Suspensión, Cuerpo del eje
Suspensión, Árbol de Transmisión
Cuerpo del eje
Rótula, Brazo eje
Caperuza Tope, eje
Muñón de eje
Suspensión, Soporte del eje
Apoyo, Brazo del eje
Tornillo, Muñón de eje
Kit de Reparación, Cuerpo del eje
Kit Cojinetes, Cuerpo eje
Caster Shim, eje
Buje de Centrado, Árbol Cardán
Kit de Reparacion, Muñón del eje
Casquillo, Pivote Mangueta
Soporte, Bastidor aux./Soporte Grupo
Tornillo, Cojinete del Soporte de eje
Soporte Cojinete, Cuerpo del eje
Tuerca de eje
Tapón abombado de muñón de eje
El tapón abombado de muñón de eje es una pequeña tapa metálica, ligeramente convexa, que se inserta a presión en el extremo del muñón o del buje. Su función es doble: por un lado, retiene la grasa que lubrica los rodamientos de la rueda, y por otro, actúa como pantalla contra el polvo, el agua y las proyecciones de la carretera. Colocado justo delante de la tuerca del rodamiento, crea una cámara estanca. Sin esta cubierta, el lubricante se dispersa, los rodamientos se secan y la corrosión afecta rápidamente al conjunto.
Fabricado en acero estampado o aluminio, el tapón resiste los impactos de gravilla mientras acepta las ligeras dilataciones térmicas del buje. Su forma abombada aumenta la rigidez y proporciona un pequeño volumen de aire compensador que evita la sobrepresión cuando la grasa se calienta.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida: el tapón abombado se considera consumible durante un desmontaje de rodamiento. Su borde sirve para el encaje por fricción; una retirada a menudo lo deforma.
- Signos precursores:
- Rastro de grasa centrifugada en la rueda interior o la llanta.
- Rodamientos ruidosos después de un lavado a alta presión.
- Ligero juego axial acompañado de un chasquido metálico.
- Periodicidad recomendada: controlar el estado del tapón en cada revisión de frenos (aproximadamente cada 30 000 km) y reemplazarlo sistemáticamente durante cualquier cambio de rodamiento o engrase.
¿Por qué cambiarlo?
- Pérdida de estanqueidad: un tapón abombado agrietado deja escapar la grasa, provocando el sobrecalentamiento y el agarrotamiento de los rodamientos.
- Contaminación externa: el agua y el polvo abrasivo penetran, acelerando el desgaste y pudiendo provocar la rotura del muñón de eje.
- Degradación de los frenos: la grasa proyectada sobre el disco o el tambor reduce significativamente la eficacia de frenado, aumentando la distancia de parada.
- Costo evitado: por unos pocos euros, cambiar esta pequeña pieza protege un conjunto rueda-rodamiento-disco mucho más costoso.
