Silenciador Posterior
Filtro Hollín/Partículas, Sistema Escape
Tubo de Escape
Silenciador del Medio
Junta, Tubo de Escape
Depósito, Aditivo (Regeneración Filtro de Partículas)
Conducto a Presión, Sensor Presión (Filtro Partículas)
Sensor Partículas
Presilenciador
Unión Flexible, Escape
Junta Tórica, Tubo de Escape
Válvula Inversión, Tapa Escape
Tapa de Gases de Escape
Chapa de Protección Térmica
Brida, Tubo de Escape
Juego de Reequipamiento, Filtro de Partículas
Deflector Tubo de Escape
Kit de Reequipamiento, Precatalizador
Silenciador Deportivo
Precatalizador
Casquillo Distanciador, Siste de Escape
Tubo Ondulado, Sistema de Escape
Tubo Reductor, Sistema Escape
Tubo de reparación de silenciador central
El tubo de reparación de silenciador central es una sección de tubería que reemplaza una parte corroída o agrietada de la línea de escape situada entre el catalizador y el silenciador trasero. Esta pieza de acero aluminizado o inoxidable se fija mediante abrazadera o soldadura, restableciendo la estanqueidad y la rigidez del conducto. Los gases quemados que salen del motor atraviesan este tubo antes de ser atenuados por el silenciador, lo que reduce el ruido y mantiene una contrapresión correcta. Gracias a su diámetro calibrado y a sus extremos ensanchados, el tubo de reparación se adapta precisamente a la sección original, limitando las turbulencias y evitando cualquier fuga de monóxido de carbono bajo el suelo.
Su ubicación es fácil de identificar: en el centro del vehículo, bajo el suelo, generalmente protegido por un escudo térmico. Trabaja a alta temperatura, sufre las proyecciones de agua y sal, y debe soportar las vibraciones del grupo motopropulsor. Un tubo de reparación de silenciador central de calidad preserva por tanto la geometría de la línea, garantiza un paso óptimo de los gases de escape y contribuye a la conformidad del vehículo en la inspección técnica.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida: según el uso y el clima, la sección central de escape dura entre 80,000 y 150,000 km.
- Signos de desgaste:
- ruido metálico o retumbar inusual;
- olor a gas en el habitáculo, especialmente cuando está detenido;
- marcas de hollín o rezumado negro en la tubería;
- fuga visible, agujero de corrosión, fisura periférica;
- luz de motor encendida si la sonda posterior detecta una contrapresión anormal.
- Periodicidad recomendada: verificar la línea de escape en cada cambio de aceite o antes de un viaje largo. Reemplazar inmediatamente en cuanto aparezca una perforación para evitar el agravamiento.
¿Por qué cambiar?
- Seguridad: un tubo perforado permite la entrada de monóxido de carbono en el habitáculo, provocando dolores de cabeza o incluso intoxicación.
- Conformidad reglamentaria: las fugas aumentan las emisiones sonoras y contaminantes, resultando en un rechazo en la inspección técnica y una posible multa por "vehículo ruidoso".
- Rendimiento del motor: la pérdida de contrapresión perturba las sondas lambda, modifica la mezcla aire/combustible, aumenta el consumo y reduce el par.
- Protección de componentes: los gases quemados mal canalizados atacan el suelo, las mangueras de freno y el cableado eléctrico, generando reparaciones costosas.
- Economía: gracias al tubo de reparación de silenciador central, no es necesario cambiar toda la línea; la intervención sigue siendo rápida y asequible, prolongando la vida útil del sistema de escape.
