Cuando se aplican los frenos, la carga del eje cambia según la cantidad de desaceleración, el marco del vehículo, la distribución de la carga y la altura del centro de gravedad.
Al frenar en línea recta, el eje delantero soporta la carga mientras que el eje trasero se descarga. Debido a este fenómeno físico, durante el frenado de emergencia, las ruedas traseras pueden bloquearse, provocando que el vehículo patine.
Un regulador de frenos limita la presión hidráulica del líquido de frenos que fluye a través de la válvula para evitar que el vehículo frene en exceso o derrape.
El regulador de freno está conectado al eje trasero a través de una palanca que se flexiona en respuesta a la carga. El regulador de frenos aumenta el flujo de líquido de frenos según la posición de la palanca. Si el vehículo se inclina hacia adelante durante el frenado de emergencia, el eje trasero se descargará y el regulador de frenos limitará el suministro de líquido de frenos.