Junta de bomba de vacío :
La junta de la bomba de vacío asegura la estanqueidad entre el cuerpo de la bomba y su soporte en el motor. Este delgado anillo de goma o compuesto previene fugas de aceite y aire, garantizando una depresión estable. La bomba de vacío generalmente se fija en la culata o en el extremo del árbol de levas; la junta se comprime entre las dos superficies de apoyo. Bajo el efecto de la rotación interna, la bomba aspira el aire para alimentar el servofreno, el EGR o algunos actuadores del turbo. Sin una estanqueidad perfecta, la presión negativa colapsa: el frenado pierde eficacia y la gestión del motor se desajusta. La junta de la bomba de vacío, una pieza económica pero crucial, actúa como una barrera impermeable al aceite y al vacío, prolongando la vida útil de la bomba y de los componentes asociados.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida media: 120 000 a 150 000 km, pero varía según la calidad del lubricante y la temperatura de funcionamiento.
- Signos de alerta:
- Rastro de aceite alrededor de la bomba o en la carcasa de distribución.
- Silbido o ligero clic asociado a una entrada de aire.
- Pedal de freno más duro, alargando las distancias de frenado.
- Código de fallo «presión de vacío insuficiente» en el diagnóstico OBD.
- Periodicidad recomendada: reemplazo preventivo cada vez que se desmonte la bomba, durante una distribución o un mantenimiento de frenos/embrague que requiera acceso a la bomba.
- Control visual: en cada cambio de aceite, verificar que no haya filtraciones de aceite en la unión bomba-bloque.
¿Por qué cambiar?
- Mantener el poder de frenado: una fuga en la junta de la bomba de vacío reduce la depresión, disminuyendo la asistencia de freno y aumentando la distancia de frenado.
- Proteger la bomba: el aceite que se escapa puede contaminar las paletas internas, acelerando el desgaste o provocando un agarrotamiento.
- Preservar el motor: una depresión inestable perturba la gestión de los gases de escape y del turbocompresor, causando sobreconsumo y pérdida de par.
- Evitar la contaminación: la mezcla de aire/aceite proyectada al exterior crea residuos en el motor y puede alcanzar la correa, fuente de degradaciones y humos.
- Tiempo de intervención reducido: reemplazar la junta de la bomba de vacío cuesta poco y se realiza en menos de una hora cuando la bomba ya está desmontada, en comparación con las reparaciones mayores causadas por una fuga prolongada.
En resumen, la junta de la bomba de vacío es un componente discreto pero indispensable. Un control regular, un reemplazo preventivo y el uso de un modelo conforme al original garantizan un frenado óptimo, un motor sano y una fiabilidad aumentada del circuito de depresión.
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