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Suspensión
La suspensión es el conjunto de elementos (amortiguadores, resortes, brazos, silentblocks) que conecta el chasis a las ruedas. Instalado entre el diferencial, el tren de rodaje y la carrocería, absorbe los choques provenientes de la calzada, mantiene los neumáticos en contacto constante con el suelo y asegura la estabilidad direccional. Cada rueda posee su propio módulo compuesto por un puntal o un conjunto resorte-amortiguador. Cuando el vehículo golpea una irregularidad, la energía es primero almacenada por el resorte y luego disipada por el amortiguador hidráulico. Las articulaciones (rótulas, bujes de goma) guían el movimiento mientras filtran las vibraciones transmitidas al diferencial y a la carrocería.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Vida útil promedio: 80 000 a 120 000 km, variable según la carga, el estilo de conducción y el estado de las carreteras.
- Signos de desgaste: juego sentido en el volante, ruido de golpeteo al pasar por badenes, distancias de frenado más largas, vehículo que rebota después de una compresión, desgaste irregular de los neumáticos o fuga de aceite en el amortiguador.
- Indicadores y controles: no hay indicador dedicado en el tablero, pero se recomienda una inspección visual anual durante la revisión o el paso por la inspección técnica.
- Periodicidad recomendada: inspección cada 20 000 km, reemplazo completo del tren (izquierda + derecha) tan pronto como un amortiguador o resorte muestre signos de debilidad.
¿Por qué cambiar?
- Seguridad de conducción: una suspensión desgastada permite que la rueda pierda contacto con la calzada, lo que aumenta el riesgo de aquaplaning, alarga las distancias de frenado y reduce la precisión de la dirección.
- Protección del diferencial y de la transmisión: amortiguadores fuera de servicio crean sacudidas que se transmiten hasta el diferencial, acelerando el desgaste de los rodamientos y las juntas homocinéticas.
- Comodidad y fatiga del conductor: vibraciones, rebotes y ruido de la carrocería pueden hacer que los viajes largos sean agotadores y afectar la concentración.
- Ahorro a largo plazo: manteniendo una suspensión en buen estado, se preservan los neumáticos, los rodamientos de rueda y los silentblocks, evitando múltiples gastos.
- Conformidad legal: un amortiguador que pierde aceite o un resorte roto lleva a una reinspección en la inspección técnica.