Catalizador
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Junta de catalizador
La junta de catalizador es un anillo de sellado específico montado entre la salida del colector de escape o el tubo intermedio y el cuerpo del catalizador. Diseñado en metal multicapa o en compuesto de grafito, asegura una unión perfectamente hermética en una zona sometida a más de 800 °C. Su función es doble: impedir las fugas de gases de escape antes de la conversión de los contaminantes; absorber las dilataciones térmicas para evitar las tensiones mecánicas en la línea. Sin esta junta de catalizador, la mínima fuga reduce la eficacia del catalizador, provoca olores irritantes bajo el suelo y puede encender la luz del motor.
La pieza se aloja en una ranura mecanizada o contracara cónica entre las dos bridas. Durante el apriete, la junta de sellado se comprime y compensa las irregularidades de la superficie. Su composición resiste la corrosión ácida de los gases y las vibraciones del grupo motopropulsor. Al proteger el catalizador y la sonda lambda de un exceso de oxígeno falso, la junta de catalizador participa directamente en el cumplimiento de las normas antipolución Euro.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Vida útil promedio: 120,000 a 160,000 km en un circuito de escape sano.
- Signos de desgaste: golpeteo metálico al arrancar, soplo de aire caliente perceptible bajo el vehículo, hollín negro alrededor de las bridas, olor acre en el habitáculo, luz del motor relacionada con una mala lectura de las sondas Lambda.
- Fugas visibles: gotas de condensación manchadas de carbono bajo la unión, marcas de quemaduras en el carenado térmico.
- Periodicidad recomendada: cada vez que se desmonte el catalizador o el colector, reemplazar sistemáticamente la junta de catalizador; revísela en cada cambio de aceite o revisión mayor.
¿Por qué cambiarla?
- Pérdida de rendimiento: una fuga de escape antes del catalizador altera la contrapresión, provoca fallos y un aumento del consumo.
- Exceso de emisiones: los gases no tratados salen directamente, provocando el fallo en la inspección técnica de polución y una posible multa.
- Riesgo de daño al catalizador: una mezcla de aire/gasolina mal leída por la sonda puede inflamar el elemento cerámico, llevando a un reemplazo costoso.
- Seguridad y confort: los gases calientes infiltrados bajo la carrocería pueden dañar los mazos de cables y generar microincendios; el olor tóxico perjudica el confort de los pasajeros.
- Ahorro en mantenimiento: cambiar la junta de catalizador durante una intervención evita tener que volver a desmontar la línea para tratar fugas tardías, ahorra en mano de obra y preserva la garantía de la pieza.
