Compresor, Sistema de Aire Comprimido: Compre sus piezas de automóvil a precios bajos

Compresor

• Función y funcionamiento

El compresor es el corazón del sistema de aire comprimido de un vehículo pesado, utilitario o autobús. Generalmente está fijado al bloque del motor y es accionado ya sea por una correa o por un engranaje interno. Tan pronto como el motor está en marcha, la bomba de aire aspira el aire ambiente a través de un filtro, lo comprime entre 8 y 12 bar, y luego lo envía al depósito principal. Este depósito alimenta los circuitos de frenado neumático, la suspensión neumática, los auxiliares (embrague asistido, puertas, bocina) y, en algunos vehículos, la caja de cambios automatizada. Un regulador de presión y un desecador gestionan luego la liberación de aire y la deshumidificación para proteger la instalación contra la corrosión.

¿Cuándo cambiar la pieza?

• Vida útil promedio: 500,000 a 800,000 km en un uso normal en carretera, menos en condiciones severas (obras, paradas frecuentes).
• Signos de desgaste
• Aumento de presión anormalmente lento: más de 3 minutos para alcanzar 6 bar.
• Purgas muy frecuentes en el desecador, señal de un flujo de aceite excesivo.
• Ruidos metálicos, chasquidos o silbidos modulados con el régimen del motor.
• Restos de aceite o agua en los purgadores de los depósitos.
• Indicador de freno neumático en el tablero de instrumentos o luces ABS/ESP encendidas.
• Periodicidad recomendada: control visual y prueba de tiempo de aumento de presión cada 80,000 km o 12 meses. Reemplazo preventivo tan pronto como el flujo caiga más del 20% en comparación con el valor del fabricante.

¿Por qué cambiarlo?

• Seguridad de frenado: un compresor defectuoso no recarga correctamente los depósitos. La presión cae por debajo de los 5 bar, los frenos no se liberan, el vehículo se pone en seguridad o, peor, pierde su potencia de frenado.
• Protección de la red neumática: el exceso de aceite o agua transportado por un compresor desgastado daña electroválvulas, membranas y actuadores. Las reparaciones en cadena se vuelven costosas.
• Rendimiento y consumo: un compresor agarrotado consume más potencia del motor, por lo tanto, más combustible. Una unidad nueva reduce la resistencia mecánica y asegura una presión estable, beneficiosa para el ABS y el ASR.
• Conformidad reglamentaria: los controles técnicos de vehículos pesados imponen un tiempo máximo para alcanzar la presión nominal. Un resultado fuera de tolerancia provoca una revisión inmediata.
• Fiabilidad global: al reemplazar el compresor a tiempo, se preserva el desecador, las válvulas de relevo y la central ABS, evitando inmovilizaciones imprevistas.