Empujador de Válvula
Válvula de Admisión
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Válvula de Emisión
La válvula de Emisión, a veces llamada electroválvula de purga EVAP o válvula de canister, es parte integral del circuito antipolución. Instalada entre el depósito de carbón activo (canister) y el colector de admisión, libera a demanda los vapores de gasolina almacenados en el canister para que sean quemados en el motor en lugar de ser liberados a la atmósfera. La unidad de control del motor maneja la válvula a través de una señal eléctrica; la apertura y cierre rápidos de la válvula regulan el flujo de los vapores y mantienen una presión correcta en el depósito.
Concretamente, la válvula de Emisión se presenta en forma de un pequeño bloque de plástico con dos orificios y un conector eléctrico. Una válvula interna, accionada por un solenoide, se abre cuando el motor funciona en ciertas condiciones (temperatura, carga, régimen) y permanece cerrada al detenerse para evitar cualquier fuga de hidrocarburos volátiles. Contribuye así al cumplimiento de las normas Euro y a la disminución de los olores de gasolina en el medio ambiente.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Vida útil promedio: 120,000 a 200,000 km según el uso y la calidad del combustible.
- Signos de advertencia:
- Encendido del testigo del motor (código P0441, P0443, P0455…)
- Olores de gasolina cerca de las aletas traseras o del tapón del depósito
- Dificultades para arrancar, régimen inestable al ralentí
- Aumento ligero pero inexplicado del consumo
- Prueba de emisiones o inspección técnica rechazada debido a un alto nivel de hidrocarburos.
- Periodicidad recomendada: controlar la válvula de Emisión en cada revisión mayor (aproximadamente cada 60,000 km) y reemplazarla tan pronto como se detecte una falla con la herramienta de diagnóstico.
¿Por qué cambiarla?
- Emisiones contaminantes: una válvula de Emisión bloqueada abierta deja escapar vapores de gasolina nocivos, aumentando las emisiones de COV y arriesgando un fallo en la inspección técnica.
- Sobrepresión en el depósito: si la válvula permanece cerrada, la presión puede aumentar, provocando deformación del depósito o fugas de combustible.
- Riesgo de incendio: los vapores no controlados pueden acumularse bajo el capó o alrededor del vehículo y encenderse en presencia de una chispa.
- Rendimiento reducido: una mezcla aire/combustible mal dosificada provoca tirones, ralentí irregular y ligera pérdida de potencia.
- Sobreconsumo: la unidad de control enriquece innecesariamente para compensar la presencia incontrolada de vapores, aumentando los costos de combustible.
Reemplazar sin demora una válvula de Emisión defectuosa garantiza el cumplimiento de las normas antipolución, la seguridad y el buen funcionamiento del motor. Utilice una pieza de origen o de un fabricante reconocido, respete el par de apriete de las abrazaderas y controle la estanqueidad de las mangueras después del montaje.
