Una de las partes más indispensables de su vehículo es la correa de distribución. Sin ella, no podrá hacer avanzar su vehículo. De hecho, la correa de distribución tiene la función de sincronizar las diferentes partes de un motor. Establece el enlace entre el cigüeñal, el árbol de levas, la bomba de inyección y la bomba de agua.
La función de la correa de distribución también es asegurar una sincronización óptima entre los pistones y las válvulas para que el movimiento se ejecute al milímetro y que las dos piezas no choquen dentro de los cilindros. Si se produjera un choque entre los pistones y las válvulas, esto tendría graves consecuencias para el motor.
La correa de distribución es una pieza que debe cambiarse aproximadamente cada 100 000 a 150 000 km. Según el modelo y la marca de tu vehículo, las recomendaciones del fabricante pueden cambiar. Por lo tanto, es mejor confiar en el libro de mantenimiento de su vehículo o pedir consejo a su fabricante para saber el kilometraje exacto en el que debe cambiar la correa de distribución de su vehículo.
Puede que deba cambiar su correa de distribución antes de las recomendaciones de su fabricante, especialmente si las piezas del motor están defectuosas y provocan un desgaste prematuro de la correa de distribución de su vehículo. Por ejemplo, este puede ser el caso si nota una fuga de aceite o de refrigerante, o si los rodillos tensores muestran signos de desgaste.
Como la mayoría de la gente, se preguntará cuál es la diferencia entre una correa de distribución y una cadena de distribución. Antes de nada, una pequeña aclaración, todos los vehículos puestos en circulación antes de 1990 están equipados con cadena de distribución.
La cadena de distribución tiene la reputación de durar durante bastantes tiempo y ser más fuerte que una correa de distribución. Sin embargo, su robustez es también su principal inconveniente, al ser más pesada (por su composición metálica), la cadena de distribución es más ruidosa y consume más combustible.
En cuanto a la correa de distribución, está fabricada de goma, lo que permite que sea mucho más ligera y consuma menos combustible. La principal desventaja de la correa de distribución es su vida útil limitada, deberá reemplazarla cada 100 000 a 150 000 km o según la recomendación del fabricante.
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