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Relé de luz antiniebla trasera
El relé de luz antiniebla trasera es un pequeño componente electromecánico ubicado en la caja de fusibles o en la central eléctrica del habitáculo. Su misión es simple: recibir la orden emitida por el interruptor en el tablero de instrumentos y transmitir instantáneamente la potencia a las bombillas de la luz antiniebla trasera. Actúa como un interruptor a distancia, capaz de manejar una corriente más alta que el interruptor manual. Sin este relé de luz antiniebla trasera, el circuito de iluminación estaría subdimensionado y los conductores de control podrían sobrecalentarse. En funcionamiento, la bobina interna crea un campo magnético que cierra o abre un contacto, permitiendo el paso de la corriente hacia el proyector trasero derecho o izquierdo, según la arquitectura del vehículo. Esta posición protegida en la caja de relés limita las agresiones externas, pero no excluye el desgaste eléctrico con el paso de los años.¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida media: 8 a 12 años o 150,000 km, variable según la intensidad de uso de las luces antiniebla.
- Signos anunciadores:
- luz antiniebla que no se enciende a pesar de tener una bombilla nueva;
- funcionamiento intermitente cuando accionas el mando;
- clic inusual o ausencia total de ruido de conmutación;
- fusible del circuito que se funde repetidamente;
- rastro de quemadura u olor a plástico caliente alrededor de la caja de relés.
- Periodicidad recomendada: control visual y prueba de continuidad cada 2 años o al reemplazar las bombillas traseras. Aprovecha también una revisión general del sistema de iluminación para verificar este relé de luz antiniebla trasera.
¿Por qué cambiarlo?
- Preservar la seguridad: un relé defectuoso priva a los usuarios detrás de ti de un punto de referencia luminoso esencial en condiciones de niebla densa. La distancia de frenado puede reducirse a la mitad con una luz trasera funcional.
- Evitar una sobrecarga eléctrica: un contacto que se queda pegado puede dejar pasar la corriente continuamente, calentar el cableado y provocar un inicio de incendio.
- Garantizar la conformidad con la inspección técnica: cualquier luz antiniebla no operativa conlleva una reinspección. Reemplazar rápidamente el relé de luz antiniebla trasera elimina este motivo de rechazo.
- Proteger otros componentes: un relé atascado hace que los fusibles se fundan repetidamente y solicita innecesariamente el mando de iluminación, aumentando el costo total de reparación.
- Reducción de fallos estacionales: la corrosión interna progresa más rápido en invierno, período en el que la iluminación trasera es más solicitada. Prevenir en lugar de curar evita la inmovilización del vehículo bajo la lluvia o en la niebla.
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