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Cilindro receptor de embrague
El cilindro receptor de embrague convierte la presión hidráulica generada por el cilindro maestro en movimiento mecánico. Al presionar el pedal, el líquido de frenos atraviesa la tubería y empuja el pistón del receptor. Este acciona la horquilla, que desengancha el plato de presión y libera el disco de embrague. La pieza se fija en el exterior de la campana de la caja de cambios, cerca del collarín o sobre la campana según las arquitecturas. Compacto y metálico, contiene un resorte de retorno, un anillo tórico y un engrasador interno para asegurar un deslizamiento fluido del pistón. El buen estado del cilindro receptor garantiza un control de embrague suave, un cambio de marchas sin crujidos y preserva el conjunto volante-motor.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida media: entre 120 000 y 180 000 km, según el uso urbano o en autopista.
- Signos anunciadores: pedal blando o que se queda en el suelo, dificultad para engranar la primera o la marcha atrás, ruidos de crujido al cambiar de marcha, fuga de líquido cerca de la campana.
- Indicadores visuales: nivel de líquido de embrague que baja sin rastro aparente en el cilindro maestro, grasa mezclada con líquido en el cárter, fuelle rasgado.
- Periodicidad recomendada: control en cada cambio de aceite o cada 20 000 km; reemplazo preventivo durante un cambio completo de embrague o si el coche tiene más de diez años.
¿Por qué cambiarlo?
- Seguridad de conducción: un cilindro receptor de embrague defectuoso puede impedir desembragar, provocando un calado inesperado en el tráfico.
- Desgaste prematuro: el deslizamiento involuntario del disco aumenta la temperatura y deteriora el plato de presión, llevando a reparaciones costosas.
- Riesgos de fuga: el líquido hidráulico ataca la pintura y reduce la fricción de las pastillas de freno si las proyecciones alcanzan los discos.
- Confort y rendimiento: un receptor nuevo hace que el pedal sea regular, mejora la precisión de la palanca y limita el consumo eliminando los deslizamientos.
- Preservación de la caja de cambios: los cambios forzados dañan sincronizadores y piñones; un receptor hidráulico hermético protege toda la transmisión.
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