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Control del elevalunas

El control del elevalunas, también llamado interruptor o botón del elevalunas eléctrico, es la pieza que se acciona para subir o bajar la ventana de una puerta. Generalmente ubicado en el reposabrazos de la puerta del conductor, controla directamente el motor del elevalunas a través de un cableado eléctrico. Cuando se presiona el botón, un contacto interno se cierra y envía una señal al motor: la ventana se mueve en la dirección elegida. En las versiones multiplexadas, el control del elevalunas se comunica con la unidad de control de la puerta para gestionar la detección de obstáculos, la función "one-touch" o el sistema anti-pinzamiento.

Físicamente, la pieza se presenta como un pequeño módulo de plástico que incluye:

• una palanca o un balancín de doble posición;
• pistas impresas o micro-contactores internos;
• un conector macho para la conexión al cableado.

¿Cuándo cambiar la pieza?

Un control del elevalunas está diseñado para durar aproximadamente 150,000 ciclos de uso, es decir, de 8 a 12 años según la frecuencia de apertura de las ventanas. Varios signos alertan sobre un desgaste o una falla inminente:

• La ventana no reacciona aunque el motor esté funcional.
• Tirones o un funcionamiento aleatorio al momento de la orden.
• La iluminación del botón parpadea o permanece apagada.
• La palanca se vuelve dura, se atasca o queda bloqueada en posición.
• Olor a plástico quemado o marcas de quemaduras en el conector.

En mantenimiento preventivo, verifique el control del elevalunas en cada revisión importante o cada 40,000 km. Limpie el contorno del botón para evitar la infiltración de polvo y líquido que acelera su envejecimiento.

¿Por qué cambiarlo?

Un control del elevalunas defectuoso compromete su confort pero también su seguridad. En caso de falla total, la ventana puede quedar abierta, exponiendo el habitáculo a las inclemencias del tiempo, al robo o a la condensación que daña los revestimientos y la electrónica. Un mal funcionamiento del contactor también puede forzar el motor, provocando su sobrecalentamiento y una ruptura del cable del elevalunas. A largo plazo, el aumento de la resistencia eléctrica en un botón desgastado puede deteriorar el cableado o la unidad de control de la puerta, aumentando el costo de reparación. Finalmente, la función anti-pinzamiento ya no estará garantizada: los usuarios, especialmente los niños, ya no estarán protegidos contra un atrapamiento de dedos. Reemplazar rápidamente el control del elevalunas evita costos adicionales y mantiene la integridad del sistema de cierre.