¿Cuál es la función del líquido refrigerante?
El motor de tu vehículo funciona gracias a lo que se llama combustión, es una reacción explosiva. Durante el funcionamiento, el motor se calienta a más de 100 °C. Este calor se transfiere a otras partes del motor del vehículo que deben protegerse.
Por ejemplo, la junta de la culata es un componente muy sensible al calor en los motores. En caso de temperatura alta, puede deteriorarse.
Además, si la temperatura es demasiado alta, su motor no funcionará de manera eficiente. Como resultado, su vehículo consumirá más combustible.
Aquí es donde entra en juego el líquido refrigerante. Interviene para regular la temperatura del motor mientras conduce. Para ello, el líquido se hace girar en un circuito que disipa el calor del motor a través de un radiador colocado en la parte delantera del vehículo.
El líquido refrigerante es enfriado continuamente por el radiador antes de entrar en el motor en un circuito cerrado. Está ubicado en un depósito llamado vaso de expansión y se puede acceder fácilmente al mismo abriendo el capó.
Este líquido parece agua y no debe congelarse en invierno para funcionar correctamente. Para evitar esto, contiene etilenglicol, que es un ingrediente anticongelante, de ahí su nombre.
Como tiende a desgastarse con el tiempo, su líquido refrigerante debe cambiarse regularmente. Cuando se sustituye o se rellena el líquido refrigerante también debe purgarse.
¿Cuándo se cambia el líquido refrigerante?
De media, su circuito de refrigeración debe vaciarse cada 30 000 kilómetros o aproximadamente cada 3 años. Si conduce más de 10 000 kilómetros al año, tome como referencia el kilometraje.
Si no cambia el líquido regularmente, su motor no se enfriará lo suficiente, su consumo de combustible aumentará y la junta de culata del motor podría dañarse.
