Inicialmente integrados en la base del retrovisor, hay dos tipos de sensores montados dentro del parabrisas fuera del campo de visión. Está el sensor de lluvia y el sensor de luz.
Sensor de lluvia
Los sensores de lluvia, también denominados detectores de lluvia, son pequeños dispositivos electrónicos que comenzaron a aparecer en los automóviles en la década de 1990. Montado en la base del retrovisor interior, el dispositivo está orientado hacia el exterior. Estos sensores están destinados a capturar las condiciones meteorológicas y su impacto en el parabrisas del vehículo sin comprometer la visibilidad del conductor.
Así, el sensor de lluvia es un dispositivo de asistencia a la conducción que favorece el confort de conducción del conductor activando automáticamente las escobillas del limpiaparabrisas a una frecuencia adecuada cuando el sistema detecta gotas de lluvia en el parabrisas.
Sensor de luz
Los sensores de luz son una tecnología integrada en la electrónica del automóvil que permite a los vehículos detectar de forma automática y continua la intensidad de la luz de su entorno de conducción.
Este sensor se coloca a la altura del retrovisor interior en el parabrisas del coche y, a través de un cristal filtrante colocado delante del mismo, deja pasar solo determinadas ondas y detecta si la luz es natural o artificial.
Por lo tanto, el sensor de luz puede encender o apagar las luces del vehículo dependiendo de la luminosidad exterior.