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Piloto trasero

El piloto trasero es la óptica instalada en el extremo de la carrocería, a ambos lados del portón o del maletero. Esta pieza agrupa las luces de posición, de freno, de intermitente y, según las versiones, la luz de marcha atrás y la antiniebla. Conectado al cableado eléctrico, se ilumina gracias a bombillas halógenas o LED. Su lente roja difunde la luz para señalar su presencia e intenciones a los conductores que le siguen. Por lo tanto, el piloto trasero contribuye directamente a la seguridad vial, especialmente de noche o con mala visibilidad.

¿Cuándo cambiar la pieza?

Un piloto trasero no tiene una vida útil fija; se reemplaza principalmente en caso de bombilla fundida o de bloque óptico deteriorado. Aquí hay algunas pautas para un mantenimiento preventivo:

• Vida útil promedio de las bombillas halógenas: 4 a 6 años o 50,000 km.
• Duración anunciada de los módulos LED: 10 años, pero se recomiendan controles visuales anuales.
• Inspección visual en cada revisión: grietas, condensación, color apagado.
• Control funcional antes de un viaje nocturno o una inspección técnica.

Signos y síntomas:

• Indicador de fallo de iluminación en el tablero de instrumentos.
• Ausencia de encendido de un lado o parpadeo demasiado rápido.
• Fusible fundido repetidamente.
• Agua o vaho visible en el interior de la óptica.

Periodicidad recomendada: verificar cada seis meses y reemplazar ante el primer fallo. Una bombilla fundida a menudo lleva al reemplazo en pareja para conservar la misma intensidad luminosa.

¿Por qué cambiar?

Conducir con un piloto trasero defectuoso conlleva varios riesgos:

• Accidente por falta de señalización: el conductor que sigue no anticipa su frenado.
• Multa y reinspección en la revisión técnica por no conformidad de iluminación.
• Deterioro del cableado: un cortocircuito o una infiltración de agua puede dañar el cableado y otros equipos.
• Pérdida de valor del vehículo: una óptica agrietada o apagada afecta la estética y la reventa.

Reemplazar un piloto trasero es una operación rápida: quitar la cubierta del maletero, desconectar el conector, retirar las tuercas y extraer la óptica. Un montaje conforme asegura una visibilidad óptima, evita infiltraciones de agua y preserva la integridad eléctrica del vehículo. Al optar por una pieza original o equivalente de calidad, garantiza la correcta difusión de la luz, la conformidad con las normas ECE y la longevidad del equipo.