Para medir la distancia recorrida por un vehículo se utiliza un sensor denominado odómetro.
En los vehículos más antiguos, un cable flexible transmite la rotación de la rueda desde la transmisión hasta el odómetro.
Hace algún tiempo, el cable flexible se sustituyó con un sensor de velocidad de la rueda, pero la pantalla no ha cambiado (es decir, la pantalla sigue siendo analógica).
Este sensor convierte una señal mecánica en una señal eléctrica y la envía directamente al salpicadero. Tiene dos funciones: muestra tanto la velocidad como el kilometraje del vehículo. En los vehículos equipados con este tipo de odómetro, este seguirá contando los kilómetros tanto si se conduce hacia delante como hacia atrás.
En los vehículos nuevos, la computadora calcula y transmite la distancia recorrida en respuesta a una rotación de la rueda. Es la ECU (unidad de control del motor) la que envía estos datos al salpicadero.
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