Situada a la derecha del asiento del conductor, la palanca de cambios dispone de un pomo para moverla cuando el conductor quiera cambiar de marcha, dar marcha atrás o poner el coche en punto muerto. Por lo general, hay una cuadrícula de cambio de marchas en la empuñadura. Se debe seguir esta cuadrícula para usar la palanca de cambios correctamente.
De hecho, el número correspondiente a cada marcha se encuentra a ambos lados del pomo de la palanca de cambios, el punto muerto corresponde al centro de la cuadrícula y la letra R corresponde a la marcha atrás.
La mayor parte de una palanca de cambios está cubierta por un fuelle de palanca de cambios. Cubre el resto de la transmisión, incluido el depósito de aceite. Esta parte puede estar hecha de diferentes materiales.
Así, la palanca de cambios está conectada a las tres varillas que controla y que a su vez están conectadas a tres horquillas.
El aceite de transmisión garantiza que estos elementos mecánicos estén permanentemente lubricados y que los engranajes se puedan cambiar de forma suave y sencilla.
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