Filtro de Líquido Refrigerante
El Filtro de Líquido Refrigerante forma parte del circuito térmico del motor. Instalado generalmente en la manguera de retorno o en un portafiltro dedicado, purifica el fluido que circula entre la bomba de agua, el radiador y la culata. Su cartucho retiene las partículas metálicas, el óxido, los lodos y neutraliza algunos aditivos oxidados. Un medio filtrante de celulosa o microfibras, a veces complementado con un tampón de inhibidores, garantiza la limpieza del líquido y estabiliza su pH. Esta acción preventiva evita la abrasión de la bomba, la corrosión de las camisas y la obstrucción del termostato.
Durante el funcionamiento, la bomba de refrigeración empuja el líquido calentado hacia el radiador. Al pasar, el filtro captura las impurezas creadas por la cavitación, la erosión o la mezcla agua/glicol. Al mantener un fluido claro, asegura una disipación térmica óptima y prolonga la vida útil de las juntas, mangueras e intercambiadores.
¿Cuándo cambiar la pieza?
- Duración de vida indicativa: 60,000 a 100,000 km en vehículos comerciales y camiones pesados, 2 años en maquinaria agrícola; algunos fabricantes recomiendan una inspección visual en cada mantenimiento mayor.
- Signos de desgaste:
- Luz de temperatura del motor que se enciende antes de lo habitual.
- Ligero sobrecalentamiento en pendientes o en ralentí prolongado.
- Líquido turbio, marrón o presencia de depósitos gelatinosos en el vaso de expansión.
- Ruidos de zumbido provenientes de la bomba de agua, signo de abrasión prematura.
- Periodicidad recomendada: reemplazo preventivo al mismo tiempo que el líquido refrigerante, o al menos cada 24 meses incluso si el kilometraje es bajo.
¿Por qué cambiarlo?
- Preservar el motor: un Filtro de Líquido Refrigerante saturado deja pasar partículas abrasivas que atacan las juntas mecánicas y las camisas, favoreciendo las fugas internas y la pérdida de compresión.
- Evitar la corrosión galvánica: un fluido contaminado se vuelve ácido; corroe el aluminio del radiador y el latón del haz, provocando filtraciones y puntos calientes.
- Proteger la bomba de agua: los depósitos minerales dañan las juntas y aumentan el efecto de cavitación, causando vibraciones y rotura del rodamiento.
- Mantener una temperatura estable: un circuito limpio evacua mejor las calorías; reduce los riesgos de junta de culata y deformación del bloque.
- Reducir los costos de operación: reemplazar un cartucho filtrante cuesta unas pocas decenas de euros, mucho menos que cambiar un radiador, una bomba o un motor gripado.
Respetando la periodicidad de su Filtro de Líquido Refrigerante y la mezcla de anticongelante recomendada, asegura el funcionamiento de todo el sistema térmico, ahorra combustible y evita averías inmovilizantes. Un simple control visual en cada cambio de aceite y el seguimiento de la documentación del fabricante son suficientes para conducir con tranquilidad.