La refrigeración por aire es extremadamente sencilla, pero desafortunadamente ya no se utiliza en los vehículos recientes.
Los motores enfriados por aire usarán un diseño de cilindro de motor que incorpora aletas de refrigeración en la parte superior de la culata del pistón y alrededor del cilindro. Estas aletas evacuarán el calor por radiación y lo alejarán del cilindro.
Cuando el vehículo está en movimiento y el motor está en marcha, se envía el aire a las aletas para disipar aún más el calor. En algunos vehículos se puede instalar un ventilador accionado por correa que sopla sobre las aletas o un ventilador eléctrico para mantener el motor frío. Otros motores calentarán el interior del habitáculo utilizando el aire caliente que escapa del motor.
Los motores enfriados por aire tienen dificultad para mantener una temperatura de funcionamiento constante óptima. En condiciones de calor o frío extremos, el funcionamiento del motor puede verse afectado.
Los motores refrigerados por aire tienen algunas ventajas: son más ligeros y no necesitan bombas de agua, líquido refrigerante, tubos, termostatos ni radiadores.
Entre los principales inconvenientes, podemos señalar el calentamiento rápido y el mantenimiento deficiente de la temperatura constante del motor. Esto puede afectar al rendimiento del motor, pero también a las emisiones en caso de cambios climáticos importantes, especialmente en verano con temperaturas elevadas o en invierno con temperaturas extremadamente frías.