Función del colector de admisión
El colector de admisión, también llamado distribuidor, es la pieza central de un motor de combustión. Se encuentra entre la culata del motor y el filtro de aire.
El colector de admisión asegura la correcta distribución del aire que entrará en los cilindros del motor: según el número de cilindros presentes, el aire se divide en varias vías. En cada cilindro se produce la combustión con el combustible de su vehículo.
La forma del colector afecta en gran medida la eficacia del motor. Este colector consta de una serie de tuberías que se conectan en un solo tubo de derivación. Al final de este último se encuentra el filtro de aire.
El aire entrante se presenta en dos formas:
- Solo aire exterior del vehículo: este aire se absorberá con o sin filtrado dentro de los cilindros
- Aire mezclado con los gases de escape enfriados: esto es posible gracias a la válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation) que permite la recirculación de los gases de escape
El funcionamiento del colector es relativamente sencillo. Al encender el motor, se acciona la apertura de la válvula de aire. Esta fase de aspiración provoca varias inyecciones, que serán diferentes según el sistema de suministro de combustible:
- Inyección monopunto: una parte del aire es suministrada por el filtro. El combustible y el aire se mezclan dentro del calculador.
- Inyección multipunto: en cada tubo del colector hay inyectores de combustible individuales
- Inyección directa: cuando se baja la válvula, el pistón comprime el aire en el cilindro. Solo se aspira aire con una inyección directa.
Señales de un colector de admisión estropeado
Un colector de admisión defectuoso es bastante fácil de detectar y las señales aparecerán rápidamente. Las siguientes situaciones deben alertarlo:
- Consumo excesivo de combustible
- Grietas en el colector de admisión
- Marcas de suciedad en el colector de admisión
- Válvulas desgastadas
- Pérdida de potencia del motor durante la aceleración
- Depósitos de hollín negros visibles en el colector de admisión
Un colector de admisión defectuoso también puede proceder de una fuga del mismo. Las fugas del colector de admisión se pueden detectar por las siguientes señales:
- Pérdida de potencia del motor al cambiar de marcha
- Aceleración complicada
- Dificultad para mantener una velocidad constante
- Charco de aceite debajo del vehículo
- Ruidos anormales provenientes del motor.
