Con el tiempo, las juntas de goma situadas alrededor de las puertas y ventanas de su vehículo se deterioran. A menudo, esto es la causa de una junta floja que permite que el aire se filtre al interior. Lentamente, toda la junta comienza a despegarse y a veces incluso se agrieta, dándole a su vehículo un aspecto descuidado. Esto provoca la entrada de ruido, agua y polvo en el habitáculo. Quizás por eso siente una ligera corriente de aire en el vehículo y escucha los ruidos del exterior. Conviene cambiar las juntas de las ventanas para restaurar la situación.