Hay cuatro tipos de acristalamientos para vehículos:
El parabrisas: la ventana delantera del vehículo está hecha de vidrio laminado, es decir, dos capas de vidrio con plástico intercalado entre ellas. En caso de impacto, evita que la hoja de vidrio se mueva.
La luneta trasera: la luneta trasera que alberga un sistema de descongelación y un limpiaparabrisas es generalmente de vidrio templado. Solo unos pocos modelos están equipados con una luneta de vidrio laminado.
Las lunas laterales: al igual que la luneta trasera, las lunas laterales del vehículo son de cristal templado, aunque algunos modelos de gama alta están equipados con vidrio laminado.
Los retrovisores: los vehículos recientes tienen tres espejos retrovisores, uno a cada lado del vehículo y uno dentro.
Los techos solares panorámicos y los techos solares corredizos también se pueden añadir a esta lista.
El acristalamiento del vehículo es una parte importante para garantizar su seguridad dentro de su vehículo. También garantiza una visibilidad óptima, por lo que debe asegurarse de que el parabrisas, la ventana trasera, las ventanas laterales y los espejos retrovisores estén en buenas condiciones antes de salir a la carretera.
Audi Q5
2.0 TDI quattro
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