Henry Ford cambió la vida de los conductores con sus vehículos prácticos, fáciles de usar y económicos. Inventó métodos modernos de producción a gran escala, que se convirtieron en el punto de referencia de las prácticas industriales en la primera mitad del siglo XX.
Henry Ford usó el Ford T en 1908 para cumplir su sueño de producir vehículos asequibles, fiables y eficientes. Este coche cambió por completo la industria del automóvil. Fácil de conducir y mantener, proporcionó un excelente rendimiento en carreteras difíciles y, por lo tanto, fue un éxito inmediato.
Con un potente Ford GT40 equipado con un motor V8, Ford obtuvo una serie de cuatro victorias (de 1966 a 1969) en las 24 Horas de Le Mans. Este coche apareció en la película Le Mans 66 de James Mangold.