Destinada a proteger a sus ocupantes y sus partes mecánicas, la carrocería se refiere a la envoltura exterior de un vehículo. También es un elemento de diseño.
La palabra «carrocería» proviene de la palabra «carroza» que a su vez designa un tipo de carruaje tirado por caballos. Las primeras carrocerías se fabricaban ensamblando tablones de madera sobre montantes. Los fabricantes de vehículos posteriores utilizaron chapas embutidas.
Hoy en día, las carrocerías de la mayoría de los vehículos de pasajeros están hechas de placas de acero. Sin embargo, los materiales pueden variar para reducir significativamente el peso del vehículo manteniendo o mejorando sus capacidades de absorción de impactos (aluminio, fibra de vidrio, fibra de carbono, etc.), especialmente en vehículos de competición y superdeportivos.
El principal objetivo de la carrocería es proteger a los ocupantes garantizando al mismo tiempo su comodidad y seguridad. Para comprobar la resistencia estructural de la carrocería en caso de colisión, el vehículo debe someterse a una prueba de choque.
Además de ser el elemento estructural del coche, la carrocería es también un elemento estético encargado de transmitir la imagen de marca del fabricante. Por lo tanto, cada modelo tiene su propio diseño de carrocería y, en ocasiones, su propio color.
Las partes principales de la carrocería son:
Primera opción:
Los rodillos son la solución más sencilla y práctica, pero están lejos de ser un remedio universal para los más exigentes con los acabados.
Segunda opción:
Limpieza a alta presión. Este tipo de limpieza es muy eficaz para despegar los sedimentos persistentes, especialmente alrededor de los pasos de rueda, los faldones laterales y la parte inferior de la carrocería. Tenga cuidado con la carrocería: la fuerza de pulverización puede dañar su pintura y si pulveriza demasiado cerca, la alta presión puede dañar los pequeños residuos existentes.
Tercera opción:
Un cubo de agua, buenos productos y accesorios, una buena técnica y mucho esfuerzo: esta es la fórmula que mejores resultados da.
Moje su vehículo primero. La aplicación del champú debe hacerse zona por zona de arriba a abajo. Así que tiene que empezar con el techo. Si hace calor y se lava el coche a la luz directa del sol, no se debe dejar el champú en la carrocería durante mucho tiempo, de lo contrario se secará y producirá un halo antiestético. En este caso, debe enjuagar rápidamente la zona enjabonada antes de lavar con champú la siguiente.
Después de enjuagar y secar bien la carrocería, asegúrese de secarla bien con un paño de microfibra para eliminar completamente cualquier pequeña cantidad de humedad que pueda haber quedado alrededor.
Debe saber que durante el proceso de lavado se deposita una fina capa de cal en su coche y la cal procede del agua de lavado. El pequeño secreto para que su coche brille es aplicar una cera protectora para eliminar esta capa de cal, pero también para conservar el barniz hasta el próximo lavado.