También llamado «filtro diésel», el filtro de gasoil es una pieza de los vehículos con motores diésel. Su papel es fundamental, ya que protege el motor y el sistema de inyección de su vehículo, al mismo tiempo que evita que se desgasten prematuramente. De hecho, alarga su vida útil.
Las impurezas presentes en el combustible son filtradas por el filtro de gasoil. Asimismo, el agua que procede de la condensación del aire que se encuentra en el depósito no puede llegar al motor, a los inyectores ni al circuito de alimentación. Algunos filtros también tienen un sistema de calefacción que calienta ligeramente la temperatura del combustible, que no se congela cuando las temperaturas bajan en invierno.
Un mal funcionamiento del filtro de gasoil es bastante significativo. Puede observar las siguientes situaciones:
Esencial para el buen funcionamiento del vehículo y del motor, el filtro de gasoil debe cambiarse cada dos cambios de aceite de media o cada 30 000 km.
Algunos vehículos disponen de un indicador de filtro de gasoil. Se enciende cuando es necesario realizar un control de la pieza.
Durante las revisiones periódicas del vehículo, generalmente se reemplaza el filtro de gasoil.
También conocido como filtro de combustible, el filtro de gasolina es una pieza crucial del sistema de combustible de un vehículo. Este filtro limpia el combustible de impurezas y residuos y evita que lleguen al circuito de alimentación.
Su segunda función es la de proteger el sistema de inyección, evitando al mismo tiempo que el agua producida por la condensación entre en contacto con los inyectores del vehículo. Algunos filtros también pueden proporcionar la regulación de la temperatura y la presión del combustible.
Según el modelo de vehículo, los filtros de gasolina se colocan en varios lugares. Se encuentran cerca de las ruedas traseras, debajo del vehículo o al nivel del motor.
Existen dos tipos de filtros de combustible actualmente en el mercado:
De acuerdo con las recomendaciones del fabricante, el filtro de gasolina debe cambiarse regularmente, ya que las impurezas en el combustible pueden obstruirlo.
Señales de un filtro de gasolina desgastado:
Un filtro de gasolina se tapona cuando está obstruido y ya no asegura el paso del combustible. Esto afectará a la combustión del motor, ya que no hay una buena mezcla de aire y combustible ni una buena inyección. Esto causará dificultades a la hora de arrancar, pero también disminuirá el rendimiento del motor.
Además, si no cambia el filtro de gasolina dañado, puede provocar graves consecuencias, como la rotura de la bomba de inyección o de los inyectores, que son reparaciones caras.
Se deben seguir las recomendaciones del fabricante, ya que esto dependerá del vehículo. La periodicidad es, por tanto, variable.
Sin embargo, el filtro de gasolina debe reemplazarse aproximadamente cada 40 000 kilómetros o cada 2 años. En los vehículos de inyección, la vida útil es más corta.