Función del termostato
Antes que nada, es necesario recordar que termostato y «calorstat» se refieren a la misma pieza. Renault utilizó el término «calorstat», pero ahora no es un término muy utilizado.
El circuito de refrigeración es un circuito que contiene líquido a base de glicol que rodeará el motor del vehículo. Las calorías liberadas por la cámara de combustión son así transferidas. El papel del refrigerante es asegurar el transporte de calorías hasta el radiador de refrigeración, desde donde se producirá el intercambio de calor con el aire procedente del exterior.
Como parte del circuito de refrigeración, el termostato es una válvula cuya función es regular la temperatura del líquido del circuito de refrigeración: una temperatura entre 95 °C y 110 °C.
Dependiendo de la temperatura del líquido refrigerante, el termostato se cierra y se abre para evitar que el motor se sobrecaliente.
Cuando el motor está frío y el vehículo está parado, el termostato bloquea el líquido refrigerante en el motor y el radiador. Esto permite que el motor alcance su temperatura óptima lo antes posible.
La válvula del termostato se abre cuando se regula la temperatura del motor para dejar pasar nuevamente el líquido refrigerante para que se enfríe.
En pocas palabras, el termostato evita que la temperatura del refrigerante baje para evitar el desgaste prematuro de su motor, reducir las emisiones de escape y limitar el consumo de combustible.
Dado que forma parte del sistema de refrigeración del motor, el termostato suele encontrarse en la entrada del manguito que conduce a la parte superior del radiador de refrigeración.
Señales de un termostato dañado
Solo dos señales indican que un termostato está defectuoso:
El agua ya no se calienta, el termostato se ha bloqueado en la posición abierta. Salen humos negros por el escape y hay un consumo excesivo de combustible. Un indicador de fallo del motor puede encenderse en los vehículos más nuevos.
El agua ya no fluye hacia el radiador, el termostato se ha bloqueado en la posición cerrada. El motor se ha sobrecalentado. Este fallo debe repararse rápidamente, ya que podría causar daños irreversibles como que se deforme la culata, que se queme la junta de culata o incluso que se rompa el motor.