Función de la correa de distribución
La sincronización entre las válvulas del motor y los pistones está garantizada por la correa de distribución, para que no choquen dentro de los cilindros durante las fases de escape y admisión. En caso de una mala sincronización, las válvulas y los pistones chocan violentamente y corren el riesgo de dañar o incluso romper el motor del vehículo.
Además, la correa de distribución es el enlace entre el cigüeñal, la bomba de agua y el o los árboles de levas. Se encuentra cerca de la correa de accesorios y el motor.
Su función es fundamental en el vehículo para conducir con total tranquilidad, seguridad y fiabilidad.
Señales de una correa de distribución defectuosa
- Ruidos extraños: si la correa de distribución está dañada, provocará silbidos, chirridos y chasquidos fácilmente identificables. La correa está floja y los elementos ya no están correctamente sincronizados.
- Sacudidas, paradas y fallos de encendido: una correa defectuosa hace que el motor funcione de manera anormal y el vehículo puede detenerse o dar trompicones al acelerar.
- Vibraciones: la correa de distribución impulsa y mantiene unidas varias piezas. Además, cuando está desgastado o suelta, las piezas que entran en contacto entre sí pueden provocar vibraciones importantes.
- Fallo de encendido: durante la combustión del motor, la correa de distribución juega un papel en la apertura y el cierre de las válvulas.
- Fugas de aceite del motor: el aceite se sale porque uno de los componentes del motor ya no garantiza la estanqueidad.
- Fuga de refrigerante: el motor ya no se enfría correctamente y puede sobrecalentarse fácilmente.
- Apariencia física dañada: la correa puede romperse si constata grietas, rasgaduras o fisuras en la propia correa y en los bordes.
- Rendimiento reducido
¿Cuándo se debe cambiar la correa de distribución?
Es recomendable no esperar a un estado crítico de desgaste antes de cambiar la correa de distribución, porque el motor ya se está dañando. Basta con seguir las recomendaciones del fabricante para saber cuándo cambiar la correa de distribución.
Aunque la vida útil de una correa de distribución depende del fabricante y del modelo de vehículo, generalmente es necesario planificar un cambio cada 100 000 kilómetros. Todas las indicaciones se registran en el libro de mantenimiento del vehículo. Lo habitual es cambiar la correa de distribución cada 5 años o entre 60 000 y 120 000 kilómetros.