La función de la válvula EGR
La válvula EGR (recirculación de gases de escape) limita la emisión de óxido de nitrógeno (NOx) del vehículo. Al hacer circular los gases de escape en el colector de admisión, la válvula EGR los enfriará para que vuelvan a quemarse.
De hecho, algunos de los gases de escape no se queman cuando el motor funciona a baja velocidad, sino que se liberan en forma de partículas finas a la atmósfera. Al devolver los gases de escape al motor, la válvula EGR limita esta emisión de partículas, con el objetivo de eliminar la mayor cantidad posible de nitrógeno y partículas mediante una segunda combustión.
La obstrucción de la válvula EGR se debe principalmente a su funcionamiento. Se forma calamina u hollín y estos bloquean la compuerta de la válvula. La limpieza ayuda a remediarlo. Sin embargo, será necesario sustituir la válvula EGR si no es recuperable.
A menudo vendida en forma de kit, la válvula EGR incluye juntas para que se puedan sustituir las de la válvula anterior.
Obligatoria en todos los vehículos nuevos desde 2015, la válvula EGR sigue una serie de restricciones: de hecho, está prohibido por ley bloquearla o quitarla. Un vehículo que no tenga una válvula EGR que funcione perfectamente no pasará una prueba de emisiones.
Síntomas de una válvula EGR que necesita cambio o limpieza
Una simple descalcificación o limpieza puede muy a menudo de resolver un problema de válvula EGR bloqueada por hollín. Pero, a veces, es necesario sustituir una válvula realmente muy sucia.
Los siguientes síntomas le ayudarán a reconocer una válvula EGR defectuosa:
- Disminución de la potencia al acelerar
- Fuerte emisión de humo negro.
- Encendido de la luz de advertencia de emisiones
- Consumo excesivo o anormal de combustible
- El motor se cala sin motivo